Tuesday, September 6, 2016

Miercoles a miercoles

Este post es una traducción del post "Wednesday to Wednesday" y corresponde al turno de abril.  Sobre todo querría explicar la experiencia de trabajar en el observatorio, tanto para mis amigos y amigas que hablan español como para mis amigos y family con quienes comunico en inglés.  Como siempre, disculpen mi castellano por favor (gracias al editor Pato!).

Escribo este post en el avión de vuelta a Santiago, de vuelta al mundo real, lo que sea.  En general los turnos en ALMA son un poco misteriosos al mundo afuera, y muchas veces me preguntan como es estar en ALMA.  ¿Qué estamos mirando con el telescopio?  ¿Cómo podemos observar el cielo 24 horas al día?  Estoy acampando con los antenas en una altura de 5.000 m.s.n.m?  ¿Qué hace un astrónomo de verdad?  A continuación explicaré una semana en ALMA.

Miércoles a las 14:30, el taxi me está esperando fuera de mi departamento para llevarme al aeropuerto.  Me siento como una estrella de rock porque siempre mi viaje está completamente coordinado por mi empresa.  A esta hora ya estoy "on duty," y aproveché la mañana para ponerme al día con mi trabajo, hacer la maleta, y preparar para cerrar el departamento durante 8 días.

A las 15:40, vuelo desde Santiago a Calama.  Calama es conocida por sus minas de cobre, y no es raro ver que los otros pasajeros traen cascos protectores en su equipaje de mano.  Dado este ambiente, muchas veces soy una de las pocas mujeres a bordo.  Ahora, más que antes, los asientos se llenan de turistas explorando el desierto Atacama, con Calama como punto de partida.

A las 17:30, llegamos al aeropuerto El Loa en Calama y el bus está esperándonos para llevarnos a ALMA.  De hecho, muchas veces no conozco la mayoría de las personas en el bus, aunque trabajamos por el mismo proyecto.  Ellos son ingenieros, técnicos, seguridad, administradores.  Además de algunos astrónomos.

El paisaje del desierto pasa por la ventana del bus.  La OSF de ALMA es la mancha blanca en las montañas cuando vista desde aquí.  Las antenas no se ven desde abajo.  

A las 19:30, pasamos el último tramo polvoriento en el camino al "Centro de Operaciones" (OSF, por su sigla en inglés: Operations Support Facility).  En la reja, cuando nos quedan algunos 20 km para llegar, mostramos las tarjetas de identificación para registrarnos.  Ciudadanos del campamento ALMA.  En la oficina principal, me dejaron una llave, y me dirijo a mi habitación para desempacar y descansar algunas horas antes del comienzo del turno de noche.

Campamento ALMA.  Nos alojamos en estos "containers" hasta que la construcción de la residencia permanente termine.

A las 21:30, voy a la sala de control.  Me gusta llegar algunos minutos antes del turno, para aprovechar juntarme con los astrónomos del turno anterior, seguirlos algún tiempo, acostumbrarme a la vibra de las observaciones, y conocer el plan para la noche.  Enciendo mi laptop, reviso correos, y por supuesto preparo un café.  Intento replicar mi rutina matutina, solo que ya se puso el sol.  Al caminar al trabajo y ver una puesta del sol espectacular en el fondo, vale la pena estar despierta a cualquier hora.  
La caminata desde mi habitación hasta la sala de control.

A las 22:30, el turno de noche empieza.  Los astrónomos trabajamos las 24 horas divididas en 3 turnos: "mañana" de 06:00 - 16:00, "día" de 13:30 - 23:30, y "noche" de 22:30 - 06:30.  Ves que tenemos horas en común para que las observaciones sigan durante todos los turnos; en las horas compartidas nos entregamos información de que sucede, y cual es el plan durante las próximas 8-10 horas.  Normalmente 1 o 2 astrónomos trabajan durante un turno, y llegamos al OSF o el lunes o el miércoles, entonces siempre hay un flujo de caras nuevas y conocidas en la sala de control.  Además, nos conectamos con Santiago durante una reunión todos los días a las 15:00 (aunque el turno de noche prefiere dormir y no tiene que asistir, y hay menos personas desde Santiago los fines de semana), además que un reporte diario por correo.  Se trata de un esfuerzo muy coordinado.

Desde las 22:30 hasta las 06:30 (o sea, un turno cualquier), ¿Qué estamos viendo con el telescopio?  No es lo romántico "acercar el ojo al telescopio y ver las maravillas del cielo nocturno," pero se encuentra bello igual.  ALMA es un proyecto grande, y tiempo de observaciones es altamente pedido por astrónomos de todo el mundo.  Una vez al año (en Abril), el observatorio anuncia una "llama de propuestas," y equipos compiten por tener sus proyectos aprobados y observados durante el próximo año.  Es necesario justificar el mérito científico tanto como la viabilidad técnica del plan de observaciones.  Estos proyectos se evalúan, tomando en cuenta muchos factores como tiempo, ubicación del objeto(s) en el cielo, duración del proyecto, aspectos técnicos, participantes del proyecto -- entre equipos europeos, norteamericanos, japoneses, y chilenos --, y un poco de suerte.

Nuestro (los astrónomos) trabajo durante un turno en ALMA es realizar los proyectos en (aprox.) el orden de preferencia, comprobar la calidad de los datos preliminares, solucionar problemas cuando sea necesario, y registrar el progreso de un proyecto para que los datos de alta-calidad puedan ser entregados a los científicos en algún lugar del mundo. 

La sala de control.  No sé como, pero las sillas suelen juntarse aquí.  Muchas veces las personas también.  Los astrónomos y los operadores del telescopio trabajan juntos.

Intentamos trabajar con eficiencia.  Me dijeron que el proyecto cuesta mas de US $1.000.000.000, dividido durante los años esperados del proyecto, equivale cerca US $100.000 por día, o mas que US $50 por minuto.  El dinero de los contribuyentes de todo el mundo se llega a un solo proyecto científico compartido, y nuestro trabajo es hacer efectivo las metas propuestas de cada uno de los equipos científicos.  Yo estaba pensando en esto, y me asombré que resulte.   

A las 06:30, se acabó mi turno.  Pero las observaciones siguen durante las 24 horas (con algunos descansos para pruebas del equipo de ingeniería), y los astrónomos del turno de la mañana están listos para tomar control.  ¿Cómo podemos observar el cielo durante 24 horas al día? ALMA detecta luz con longitud de onda mas larga que la luz que podemos ver con nuestros ojos, o binoculares, o un telescopio óptico -- como a lo mejor se puede imaginar, el tipo con una lente de vidrio o un espejo.  Éstas son casi del tamaño de la longitud de onda "radio" (la "M" en ALMA quiere decir "milímetro"), y las estamos viendo no escuchando.  Toda la materia  (con temperatura mayor a 0 K) emite luz, y la longitud de onda corresponde a la temperatura -- longitudes de onda mas cortas desde objetos calientes, mas largas desde objetos fríos.  La razón por no poder ver las estrellas durante el día es porque la estrella mas brillante que emite luz visible -- el Sol -- está arriba al mismo tiempo.  Pero el Sol no emite tanta luz con longitud de onda en el rango radio, y podemos detectar emisión radio desde otros objetos que se encuentran arriba el horizonte.  La radio astronomía nunca descansa.

El cielo en "radio" -- emisión radio se emite en todo el cielo durante día y noche.
Imagen desde NRAO/AUI

Claro que los radio astrónomos tienen que dormir, y ahora me toca a mí.  Primero voy a tomar el "desayuno", lo cual ahora es mi cena, antes de volver a mi habitación mientras que salga el sol.  ¿Estoy acampando en 5.000 m.s.n.m con las antenas? No.  Todo lo que he descrito durante el turno ha sido en el OSF, a los 3.000 m.s.n.m.  Solo los ingenieros necesarios y el equipo de seguridad trabajan en el mismo sitio con las antenas en el "Sitio de Operación del Arreglo/Conjunto" (AOS, por su sigla en inglés: Array Operations Site) en el Llano Chajnantor en una altura de 5.000 m.s.n.m.  De hecho, durante los primeros turnos ni vi las antenas.  Lamentablemente no trabajamos en una proximidad cercana a las antenas, pero de manera fiable nos mandan sus señales abajo a través de fibras ópticas.  Parece desconectado, pero nos permite trabajar y vivir en un ambiente mucho mas agradable.  El cerebro no funciona con su capacidad máxima en una altura mayor a 3.000 m, y dormir es bastante difícil aun a esta altura.

Me despierto un día con la puesta del sol.

Pongo el despertador para las 21:37 (prefiero los números impares en este momento), aunque muchos días me despierto más temprano por alguna razón o otra -- leve efectos de la altura, hambre durante la tarde cuando mi cuerpo no entiende porque me quedaba dormida durante el almuerzo, o pura emoción de anticipación.  En mis horas de ocio, sigo con mis propias investigaciones, participo en tele-conferencias con colaboradores, hago flojera como leer o mirar Netflix, hago ejercicio o un tipo de yoga inventada.

A las 22:30, el turno de la noche empieza otra vez, y lo voy a repetir durante 7 días-y-noches, hasta el octavo día...

Otro dia miércoles, a las 06:00, me voy del turno 30 minutos adelantada (gracias al Erik y Kurt) para rápidamente terminar mi trabajo, cerrar el computador, ducharme, devolver la llave de la habitación, y estar en el bus a las 6:30.  Está oscuro todavía, entonces mantengo una vista de las estrellas encima el desierto que pasamos en el bus.

En la reja, nos registran las tarjetas de identificación de nuevo, y nos devuelven al mundo.  Doblamos en el camino principal, y el campamento ALMA se convierte en una luz leve y borrosa arriba en el cerro.  Me doy cuenta de que Venus aparece de manera brillante e impresionante arriba del horizonte montañoso (volcan-oso?) al este.

Venus es el punto pequeño en el cielo, arriba de la brecha en la montaña (de hecho, es el volcan Licancabur).  San Pedro de Atacama duerme abajo.

A las 09:40, mi vuelo a Santiago despega, y tengo el tiempo para escribir este post.  Otras veces, me pego a la ventana, con buena música como fondo, y me asombro con el paisaje andino abajo.  Estaré en el aeropuerto SCL en menos de 2 horas, con un taxi esperándome, y volveré con la sensación de astrónoma rock-star de nuevo a mi departamento, pequeño y tranquilo.  Mis "días de descanso" ya empezaron, pero sé que las operaciones en ALMA siguen.